Esta semana tenemos una nueva nota acerca de una padrísima colección de figuras, en esta ocasión, Alex, editor de anime.es nos presenta su historia ¿quieres conocerla? Sigue leyendo

Érase una vez, un pequeño jovencillo al cual le gustaba leer el manga de Oh! Mi Diosa. Le gustaba tanto este manga que su hermano le compró una figura de la monita principal debido a que el jovencillo era todavía un mozalbete y no podía comprarla él mismo. El jovencillo estaba encantado con su primera figura, pero el sentía que la figura estaba algo solitaria.

El jovencillo, al cual a partir de aquí me referiré como “Andro”, quería empezar una colección, él quería tener una colección entera de figuras para que su primera figura no estuviera sola y además que demostraran lo mucho que le gustaban las caricaturas japonesas. Andro empezó a ahorrar dinero y a investigar acerca de figuras usando la súper carretera de información. Andro encontró varias figuras que le gustaban y podían ser perfectas para su colección, pero muchas de éstas estaban agotadas o fueron vendidas exclusivamente en el país de donde provenían sus caricaturas favoritas, pero no importaba ya que aunque él tuviera el dinero, no tenía un forma de como ordenarlas a través de la red.

Llego el día en el cual Andro fue a una convención local y quedó fascinado con la cantidad de mercancía, y por supuesto, con la cantidad de figuras que había. Andro no podía ver lo que creía o creer lo que veía, muchas de las figuras que él había visto a través de su monitor ahí estaban, pero tenían un precio ligeramente más alto del que él había visto. Tomando en cuenta que tal vez los gastos de envío ya estaban incluidos y el hecho de que la figura ya estaba agotada en varias páginas de la red, él pensó que el incremento era justo. Andro compró su figura y se sentía feliz consigo mismo, su colección poco a poco iba a empezar a crecer. Pero él no sabía lo que le esperaba.

Llegó a su casa con su figura nueva, y al sacarla de la caja, notó algo extraño en la figura, algo que no le parecía familiar de todas las veces que él la había visto a través de su ventana al mundo digital. Andro al principio no sabía que era, pero después de una simple búsqueda en la súper carretera de la información, él se dio cuenta que su figura no era igual a la promocionada. “Debe ser porque esas son fotos promocionales y este es el producto final” OH POBRE INGENUO, seguía creyéndose su propias mentiras y negándose a ver la realidad hasta que se topó con un factor definitivo, una pequeña advertencia en una página que decía “LAS FIGURAS ORIGINALES TIENEN UN HOLOGRAMA EN LA CAJA” Andro quedó destrozado, su primer compra y resultó ser un producto falsificado. Él ya no quería saber nada acerca de ese pasatiempo o armar una colección.

Los años pasaron y Andro creció, estudió, y empezó a trabajar. Un día, Andro tuvo que ordenar su cuarto y se encontró guardada en una caja la figura que le había regalado su hermano, aunque algo perjudicada por el paso del tiempo. Andro se dio cuenta que ahora con un trabajo fijo el dinero ya no era tanto problema como antes, y con una cuenta bancaria el ordenar por internet iba a ser pan comido, así que por esta razón, Andro empezó a investigar nuevamente las figuras y demás mercancía de sus series favoritas, y por fin comenzar a armar esa colección que él quiso una vez.

Andro en el presente, tiene su propia colección de figuras y otras mercancías de las caricaturas y juegos de video que a él le han gustado, su primera figura ya no está sola, pero lamentablemente tampoco está en condiciones de ser exhibida. Andro también escribe para la página de anime.es bajo el seudónimo de “Alex” y trata de ayudar a más personas para que no les pasen a ellas lo que una vez le sucedió a él. Andro está disponible en el correo de figurecchi@gmail.com y con gusto puede contestar cualquier duda que tengas sobre pedir figuras por internet.