De pronto surgen genialidades como Star Wars Manga y le dan una nueva vida a un viejo clásico, o algo así. En esta ocasión Marvel comics hace todo el viaje para llevar a unos verdaderos estudios de animación y darle la batuta a Fuminori Kizaki para tratar de darle nueva vida a otro clásico conocido: Los X men.
Ciertamente la fórmula parece ganadora, pero a mi parecer se siente algo forzado el ambiente, como cuando los zapatos entran después de utilizar un calzador, sabes que ya están puestos, pero no será divertido retirarlos ni volver a usarlos.
En general los X men son los X men que deben ser, ni más ni menos y la animación es todo lo que un anime debe ser, sin embargo no puedo dejar de sentir que es una mezcla, aunque muy bien combinada, de agua y aceite. Sabemos que al final se separan y eso ocurre. Los personajes toman elementos clásicos y muchos de las películas mas recientes. Las caracterizaciones de voz son quizá de lo mas difíciles pues le aportan mucha más intensidad a personajes que no suelen serlo, como Ororo, Beast o Cyclops. Quizá es mi torcida mente occidental que se opone al cambio, pero eso tampoco evita que disfrute una buena historia hecha anime y también agradezco esas pinceladas de genialidad en las que Wolverine casi se acerca más a una especie de samurái con esteroides que al típico salvaje alocado que no mide su fuerza y se baña en una tinita frente a todas las chicas, ¡momento! Esa ya es otra película de Hugh Jackman.