En Blanco y Negro: Imadoki!

Bajando un poco el nivel de estrés emocional que los últimos martes monocromáticos han dejando, esta vez la elegida es una historia ligera y al mismo tiempo profunda que nos transmite una enseñanza de crecimiento y nos da lecciones de botánica: Imadoki!

Yuu Watase nos presenta una historia alejada de viajes dimensionales, libros con experiencias vivenciales o dioses vengativos a las que nos tiene acostumbrados, ahora simplemente tendremos a un grupo de estudiantes de preparatoria tratando de sobrellevar su vida escolar en medio de enredos familiares y corazones rotos, ¡la vida de todo adolescente!

El escenario principal es la Academia Meiou, un lugar donde no cualquiera puede ingresar, a no ser que tengas parentesco con alguna importante familia japonesa, ya sea por sus trascendencia en los negocios o histórica. Al ser la escuela de hijos de políticos, millonarios y empresarios, es un lugar donde las apariencias son lo más importante, y las relaciones públicas algo que debes buscar tratando bien a aquellos que se encuentran por arriba de tu estatus social para llegar a ser alguien en esta vida –si pudieran besarles los pies, no dudarían en hacerlo

Tanpopo Yamazaki desafía esta regla al aprobar –aunque en segunda vuelta– el examen de admisión. Ella es una alegre chica de Hokkaido quien decide mudarse a Tokio con la esperanza de hacer nuevos amigos en esa gran ciudad. Curiosa como ella sola, decide ir a conocer la que será su futura escuela un día antes de la Ceremonia de Inicio de Clase –literalmente se brinca la barda. Como todo buen shoujo debe haber un encuentro fortuito y ese se da cuando Tanpopo aterriza sobre un chico que se encontraba justo debajo del alambrado que se saltó, quien en esos momentos se encontraba arrodillado frente a una jardinera en la cual estaba un solitario diente de león. El chico, visiblemente molesto la regaña por su falta de cuidado, sobre todo por poner en riesgo al pequeño brote dándole una lección acerca del significado de las flores.

Tanpopo queda maravillada por la modernidad de las instalaciones y le asegura al chico que está muy feliz por haber llegado además que tiene muchas ganas de conocer a sus futuros compañeros con quienes espera crear grandes amistades. El chico desconocido, a quien ella bautiza como Pala-kun –ya que tenía una pala de jardinería en la mano y que en muchas ocasiones es utilizada como arma mortal– le responde de una manera fría que eso jamás sucederá

Al día siguiente todos se preguntan de dónde salió la nueva alumna, de qué familia procede, incluso si es pariente del emperador, pero cuando se enteran que es una sencilla pueblerina deciden ignorarla hasta que Tanpopo se encuentra con Pala-kun, quien no es otro que el heredero de una de las familias más influyentes de Japónlos Kugyo. Kouki Kyougo es una persona de frío carácter y que de buenas a primeras arranca con crueldad el brote de diente de león que la tarde anterior había intentado cuidar –¿será que tiene un gemelo o sufre de trastorno de personalidad múltiple?

Tanpopo no entiende su comportamiento y lo encara, haciéndole la promesa de que se volverá su amiga. Grave error pues al haber arruinado la Ceremonia de Inicio de Clases, pero sobre todo haberle gritado de esa manera al alumno favorito de Meio la hace blanco de bullying. Sin embargo pese a todos los malos tratos que recibe nunca pierde la sonrisa del rostro, y continua su lucha para acercarse a Kouki pues ella sabe que en el fondo no es una mala persona y su verdadera cara fue la que conoció esa tarde protegiendo al diente de león.

Un detalle importante dentro de la Academia es que todas las plantas y flores que ahí se encuentran son artificiales, esto es una alegoría a la falsedad de actitud de los estudiantes y por esa razón cuando Tanpopo se propone cambiar –desafiando otra de las reglas– las plantas artificiales por naturales, también se puede tomar como la manera en que ella cambia la vida en la escuela. A raíz de esta remodelación, se crea el Club de Jardinería, cuya presidenta será Tanpopo y su primer miembro oficial, la “dulce”Tsukiko Saionji a quienes después se les unirá Kouki quien comienza a creer que Tanpopo es una persona sincera y se acerca a él con intenciones honestas, no como el resto de sus compañeros quienes sólo lo buscan para sobresalir en sociedad.

Un tercer miembro del Club será Aoi Kyougoku, un genio de la informática que demuestra la vulnerabilidad de la escuela al depender totalmente de sistemas computarizados cuando hackea la red central –lo hizo porque estaba aburrido. Completa el club una gal –ganguro– de nombre Arisa Uchimura, quien desde mi punto de vista representa ese paso entre la adolescencia y el mundo adulto.

A través del Club de Jardinería los cinco formarán un vínculo que los hará amigos y así como las plantas y flores crecen con amor, dedicación y tiempo la relación entre Tanpopo y Kouki eventualmente se desarrollará, sin embargo no será lo más fácil ni lo más dulce, pues Kouki se encuentra comprometido con la manipuladora de Erika Yanahara –personalmente tengo cierta antipatía hacia su personaje– y todo por la repentina desaparición de su hermano mayor, Youji Kyougo

Hay quienes atribuyen a las flores significados específicos, significados implícitos que pueden variar de persona a persona, en este caso el nombre de Tanpopo es literalmente Diente de León y es curioso que la flor vinculante entre la chica y Kouki sea precisamente esa –recordemos que en este mundo no existen las casualidades… aunque creo que la frase es de otro manga.

Definitivamente Imadoki! nos muestra una historia de crecimiento personal, además de entender cómo vivir de acuerdo a tus anhelos, aquello que te haga feliz, y sin seguir las expectativas de los demás, es aprender a ser honesto contigo mismo para después ser honesto con quienes te rodean.

Saludos by Star!

Título: Imadoki! イマドキ!

Formato: Manga

Volúmenes: 5

Autor: Yuu Watase

Editorial: Shogakukan

Publicación: Shoujo Magazine

Género: Shoujo

Temas: Romance, Slice of Life, Comedia

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