Primer martes monocromático de este nuevo año, y nada mejor que comenzar con un manga ligero. Ahora te traemos la historia de Nanami y Tomoe en Kamisama Hajimemashita.
Imagina que vives sola con tu padre, quien tiene un grave problema con los juegos de azar –se gasta todo lo que tienen en loterías y sorteos. Todo sería genial si el señor tuviera una fortuna. Al contrario, tiene una suerte de perros y pierde lo poco que tiene. Un buen día, tu padre te abandona y al mismo tiempo te quedas sin casa, los acreedores llegaron a cobrar las deudas de tu honorable progenitor. Como no tienes con que pagarles te echan a la calle. Siendo yo seguramente me soltaría a llorar y después buscaría al responsable para cobrarle, sin embargo Nanami Momozono tuvo la suerte–entre toda su desdicha, de encontrarse con un hombre quien después de escuchar su trágica historia, le dice que vaya a su casa pues ahí con seguridad vivirá bien.
El resultado de esto, Nanami termina siendo designada como diosa sustituta del Templo Mikage, con todas las obligaciones de una Deidad de la Tierra –Tochigami-sama, eso sin contar que deberá domar a un eficiente zorro salvaje quien la rechaza desde el primer momento en que la ve. La única manera en que ella logrará convertir a Tomoe en su espíritu acompañante es mediante el sello de un contrato, pero no se trata de firmar un papelito o lanzar un hechizo, con un sencillo beso logrará tenerlo bajo su control. Simple, ¿no es así? Sin embargo para una adolescente que jamás ha besado a alguien, supone un problema. Eso de andar regalando tu primer beso a cualquiera no es lindo.
Así es como da inicio este manga shoujo dibujado espléndidamente por Julietta Suzuki. Se trata una comedia romántica que mezcla los temas sobrenaturales con el amor prohibido entre un demonio y una chica humana convertida en deidad. De hecho es un tema recurrente en mangas de este estilo, sobre todo para quienes estamos acostumbrados a leer este tipo de historias, donde Yuu Watase es una maestra de lo místico-romántico, sin embargo no es exclusivo del shoujo. Mientras lo leía, no pude dejar de recordar Ah! Megamisama, otra historia de aventuras entre diosas y humanos, que mezcla las relaciones prohibidas entre los seres espirituales y los hombres. Incluso en algún momento también tuve regresiones a mis lecturas de Inuyasha, además que Tomoe –desde mi perspectiva, es una extraña mezcla entre Yoko Kurama e Inuyasha, con ese par de orejitas que son una invitación abierta a acariciarlas.
El caso de Kamisama Hajimemashita, nos adentra al vanidoso mundo de las deidades orientales, aquellas a quienes los seres humanos adoran con fe ciega y en quienes ponen sus esperanzas de una vida mejor. Lo que no sabemos, es que en sus respectivas casas suelen ser caprichosos, escandalosos, medio brutos, algo ególatras y a veces hasta mandilones –pregúntenle al Dios Dragón del Mar quien manda
Vete, ser inferior. Aquel que tienes frente a ti es el Príncipe del Inunake Uma, Nishiki-sama
¿Quieres convertirte en enemigo del Rey Dragón que gobierma los siete mares, estúpido Pez Dorado?
Cada uno de los personajes tiene algo de mágico y le aporta a Nanami las experiencias necesarias para madurar como deidad, convirtiéndola en una diosa poderosa. Curiosamente no encuentro un antagonista, si bien Akura-Ou representa esa parte negativa, no lo veo como villano en potencia. Aunque falta el desarrollo de su historia, arco que seguramente no tardará en llegar y terminará con la aparente calma en que el manga actualmente se encuentra. El único personaje que me causa conflicto es Yatori –el ayudante de Kirihito, cuyo pasado es bastante caótico y que podría desencadenar al verdadero antagonista.
Les puedo asegurar que cada saga en la historia los mantendrá atrapados, no pierde el ritmo y una aventura está seguida de otra. Tal vez los primeros capítulos pudieran ser un tanto lentos, pero es sólo la manera de iniciar la cándida relación entre Tomoe y Nanami, quienes no caen en el cliché de ‘amor a primera vista’, sino todo lo contrario. Si a esto le aumentamos que Tomoe ha dicho que nunca se enamorará de una simple humana, nos encontramos ante un gran obstáculo a vencer al mismo tiempo que en su pasado hallaremos muchas respuestas a su comportamiento. Pon atención, porque la autora nos deja pistas de lo que se desarrollará a futuro y sobre todo el papel de Nanami en la vida del zorro rebelde. Lo único que te diré, sin caer en el spoiler, es que la chica no llegó por casualidad al Templo Mikage, por muy accidentada que haya sido su aparición. Debo decir que Mikage es un tanto misterioso y detrás de esa personalidad descuidada, hay un gran sabio.
Sin duda, entre mis partes favoritas están la Saga del Monte Kurama, el matrimonio arreglado de Himemiko y por supuesto, el regreso de Mikage y todo lo que ello acarrea, pero te repito, las demás historias también tienen su encanto.
Desde ahora en adelante, te diré cuánto te amo.
Este año el Latinoamérica tendremos la fortuna de poder adquirir de manera oficial y legal la adaptación al anime gracias a Kora Internacional bajo el nombre de Soy una Diosa, ¿Y Ahora Qué? Si bien sólo son 12 episodios y en calidad de animación no es una obra maestra, vale la pena darle una oportunidad, sobre todo por escuchar a Kurama cantar. Lo que yo siempre les recomiendo, primero lean el manga, después vean el anime, pero esa es su decisión.
El manga continua su publicación y esperemos en un futuro ver una segunda temporada del anime.
☆Saludos by Star!
Título: Kamisama Hajimemashita (神様はじめました)
Formato: Manga
Volúmenes: 17 – ??
Autor: Julietta Suzuki
Editorial: Hakusensha
Publicación: Hana to Yume
Género: Shoujo
Temas: Comedia, Sobrenatural, Drama, Romance
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