La franquicia Final Fantasy ocupa un lugar muy especial en el mundo de los videojuegos y en nuestros corazones. Es por eso que el día de hoy les platicamos un poco de nuestro sentir por la serie, con una sorpresa especial al final.
Cuando era más chico, recuerdo haber escuchado de la saga Final Fantasy por medio de un primo quién decía que el juego era muy raro porque tenías que esperar para atacar hasta que “una barrita” se llenara y que los personajes hablaban mucho. “Está raro pero entretenido” según la descripción que recuerdo y eso de que hablaran mucho en un principio no lo tomé mucho en cuenta. Un buen día, me prestaron el juego Final Fantasy III (que en Japón era el VI) y quedé maravillado: los gráficos eran increíbles, el sistema de batalla a pesar de ser raro para mí, me enganchó al instante, había mucho texto en inglés en pantalla, lo cual me obligó a tomar mi diccionario inglés-español de Larousse para entender lo que decían.
Descubrí una historia profunda y con mucho significado, que hoy, al volverlo a jugar, encuentro cosas nuevas tanto en su desarrollo como en su gameplay. Cuando llegué a la parte de la ópera de Maria y Draco (donde Celes toma el papel de la cantante) encontré una historia dentro de otra historia, y me emocioné a tal grado de que las lágrimas se me salían. Me di cuenta que parte de esa emoción era, además de la historia, por la música del juego. Cada tonada era (y es) magnífica, puede transportarte a lugares inimaginables, transmitir sentimientos, darle esa fuerza que se fusionaba con cada escena, personaje y situación.
Desde entonces, cada juego de Final Fantasy ha sabido colocar la tonada y ritmo ideal para cada situación: la parte sentimental de perder a alguien querido (la canción de Aeris en FFVII), la épica entrada que nos muestra la realidad combinada con sueños (Liberi Fatali de FF VIII) o la canción de salida que al parecer no muchos pelaron, pero que llega al corazón y después de todo lo que ocurre, te saca una lágrima de felicidad (Melodies of life, FFIX) o la incertidumbre de saber que las cosas terminarán mal, pero aún así tienes que seguir adelante (Zanarkand, FFX
Es por eso que queremos compartir la magia con ustedes: gracias a nuestros amigos de Gamers tendremos en nuestro país el concierto Distant Worlds: Music from Final Fantasy en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México el día 12 de marzo de este año con la conducción de Arnie Roth y la participación especial de Nobuo Uematsu.
Este tipo de conciertos iniciaron en 1989 con Symphonic Suite Final Fantasy, trece años después surgió el concierto 20020220 -Music from Final Fantasy realizado por el mismo Uematsu. En el 2005 surgieron los conciertos Dear Friends: Music from Final Fantasy dirijidos por Arnie Roth y quien desde ese momento participaría en cada concierto de la serie. A partir de este último concierto surgieron el More Friends: Music from Final Fantasy y Voices: Music from Final Fantasy los cuales, además del show visual, mostraban nuevos arreglos para las canciones.
n el 2007 surgió Distant Worlds: Music from Final Fantasy del cual se han estrenado dos álbumes y un tour que aún no ha terminado. Ahora que estará en México con la presencia de la Orquesta Sinfónica Nacional no queremos que se queden sin disfrutar de esta experiencia, les vamos a dar 5 pases dobles que para ganárselos, necesitamos que nos envíen una foto a contacto@anime.es mostrándonos que tan fans de Final Fantasy son. Puede ser una foto de ustedes con algún artículo de colección,quizá con algún cosplay, sus videojuegos o soundtracks… el punto es que demuestren que se lo merecen. Ojo, que para poder ganárselos y saber que son una persona real, deben de poner un letrero en la foto con su nombre.
No olviden mandar su correo con el asunto “Final Fantasy Distant Worlds” ¡Los estamos esperando!
Estaremos esperando sus fotos hasta el próximo miércoles 12 de febrero. Y recuerden, los boletos también están a la venta en Ticketmaster (¡me informan que quedan pocos así que mejor apurarse!)
Rock´On!
