Este anime temprano de Takahata tiene una enorme influencia aún 40 años después.
Heidi, una novela de 1880 de la autora suiza Johanna Spyri es uno de los clásicos de la literatura infantil. Su descripción de la niñez inocente, prístinos paisajes montañosos y la sencilla vida pastoral ha cautivado a gente de todas las generaciones, todos los géneros, y todas las naciones y lenguas. Su recepción en Japón, sin embargo, es particularmente fuerte.
Mucho de ello se debe al anime de 1974 Alps no Shojo Heidi, dirigido por Isao Takahata — el académico cultural Ryo Kohsaka encontró que el 90% de aquellos que respondieron su encuesta, conocieron Heidi debido a esta versión. Su avance tranquilo y divertido, hermosos personajes jóvenes, detalladas y acertadas representaciones de los Alpes Suizos y su cultura, y pintorescos paisajes montañosos (derivados de un viaje de un mes de observación a Suiza) lo hicieron muy popular cuando se estrenó por primera vez, y se mantiene popular hasta el día de hoy. Los fans japoneses de Heidi citan el estilo de vida despreocupado de la joven heroína, los impresionantes paisajes, el aire fresco de la montaña y los productos frescos de granja, y la sensación de nostalgia y apego a los elementos que les agradan, especialmente a aquellos con vidas urbanas, alienadas y solitarias.
Como era de esperarse, el turismo ha capitalizado este gusto. Una réplica del pueblo de Heidi en la prefectura de Yamanashi, un área montañosa cerca de Tokyo, atrae a los turistas con sus flores, cafés y lujosos hoteles de estilo occidental. Pero los japoneses más ambiciosos desean ir directamente a la fuente: Suiza, cuyas montañas, valles y encantadores pueblitos antiguos, que en ocasiones recuerdan los paisajes de 1800.
Pueblito de Heidi
Maienfeld, una pequeña villa cerca del pequeño país de Liechtenstein, es donde se localiza la historia. El área que lo rodea se conoce ahora como “Heidiland“, y hay mercados específicos para los turistas fans. Tiendas, hoteles, restaurantes, y un museo dirigidos a los turistas extranjeros, donde los japoneses han constituído el 60% de visitas. Una “reconstrucción de la casa de Heidi en Ochsenberg, un pueblo cercano a las montañas, atrae a grupos que toman fotos de maniquís de Heidi y Pedro alrededor de la mesa. La imagen de Maienfenld de Heidi está fuertemente inspirada en el anime. Las tiendas para turistas la presentan con cabello corto y oscuro, como en el anime; cuentan también con perros San Bernardo para recordar al perro del anime, Josef; incluso las campanitas de las cabras suenan como las que aparecieron en el anime.
Si alguien se pregunta donde está Heidi, Markus Zindel, el herrero oficial de Ochsenberg (que además hace del abuelo de Heidi), les dice que está visitando a su tía en Frankfurt.
Otros destinos turísticos en Suiza, incluyendo Grindelwald y Zermatt, ven enormes cantidades de turistas japoneses y tienen señalizaciones en japonés y comida para ellos; en Zermatt, durante el verano, un sexto de los visitantes fueron japoneses durante el año 2000. Ese mismo año, 1,014,700 visitaron Suiza. La recesión, miedo a las enfermedades y la caída de ataques terroristas en 2001 hizo decrecer ligeramente el número de visitas, pero se ha acrecentado poco a poco desde entonces.
Las reacciones en Suiza al fanatismo por Heidi son diversas. Algunos aprueban la imagen positiva que se da del país y la cantidad de turistas a los que atrae. Otros están cansados del cliché que conlleva y esperan proyectar una imagen de Suiza como un país eficiente, innovador y con alta tecnología. Esta fue la meta del pabellón suizo en la Expo 2005, una feria mundial en la prefectura de Aichi en Japón, sin embargo, muchos japoneses estaban sorprendidos de no encontrar a Heidi allí.
Fuente: Swiss News, BBC News, Hamburger Morgenpost, swissinfo.ch, DW, swissinfo.ch, thestar.comswissinfo.ch y Times Higher Education; Imágenes de e+, LVZ Online, Süddeutsche.de y Tabisuke
Vía: ANN
