O como quien dice: si te casaste y no fuiste feliz, ¿por qué no darte una segunda oportunidad?
La mayoría de las niñas crecemos con la idea que una boda es la puerta a una felicidad completa e infinita, idealizando ese día como el más increíble de nuestras vidas, pero nadie nos explica que pasa cuando la magia se acaba y despertamos a la vida real.
El día de tu boda debe de ser el más perfecto, nada puede arruinarlo, eres la protagonista de un cuento de hadas y quieres compartirlo con cuanta persona se te ponga enfrente aun si no la conoce, sin embargo si están en tu boda es porque recibieron una invitación para ello y en teoría deberías saber a quien estás saludando, mucho más tratándose de la familia de tu novio, ahora esposo. Pero como dije, ese cúmulo de emocionantes sensaciones pueden llegar a afectarte de tal manera que no te des cuenta a quien estás regalando tu precioso ramo, sólo recuerdas habérselo dado a una hermosa niña a la cuál le dices: Espero que encuentres a un buen hombre y seas feliz.
Así es como empieza el manga Itadakimasu en donde conocemos a Naeko Kouenji una mujer de casi 30 años que a dos años de haberse casado toma la decisión de divorciarse, principalmente porque su esposo es un mujeriego, ¿acaso cuando lo conoció no se dio cuenta de ese pequeñísimo detalle? Todo hubiera regresado a la normalidad de no ser porque trabaja en una Agencia Matrimonial Camelia donde su jefe es ni más ni menos que su exmarido quien a toda costa quiere que se vuelvan a casar, pero Naeko no caerá dos veces. Por supuesto ella no descarta la idea de casarse nuevamente, sin embargo aun no tiene muy claro si de verdad puede sobre ponerse a una relación fallida.
¿Qué sucede cuando conoce a un joven estudiante que además es un experto en la ceremonia de té? Aquí es donde la cosa se pone interesante y conocemos una historia de amor entre una mujer mayor y un estudiante de preparatoria –una fantasía recurrente en mujeres, y también hombres, que han dejado sus años de adolescencia en el pasado. Es gracioso el contraste que hacen Naeko y Ouji –el apuesto galán-, pues todo indicaría que la chica es una persona madura y centrada, mientras que el adolescente es un alocado sin control, cuando la realidad es opuesta, sin embargo se complementan perfectamente.
Yuki Yoshihara nos presenta un manga del género SMUT donde encontramos situaciones sexuales explícitas, tanto en relaciones como en vocabulario, pero sin llegar a considerarse Hentai. Está dirigido a un público mayor ya que muchas de las situaciones están desarrolladas en un ambiente de adultos, ya saben trabajo, oficina, matrimonio y muy lejos de las ya conocidas tramas escolares o amor de secundaria, por eso yo también lo clasificaría como Josei. Se encuentra dividido en 4 tomos con un total de 20 capítulos y fue publicado por la Revista Petit Comic entre los años 2003 y 2004.
El dibujo es elegante, 100% shojo y la historia es sencilla, aunque tiene sus momentos dramáticos, nos encontramos con pintorescos personajes, incluido un gato gruñón, que le ponen más sal a las desventuras de Naeko y por supuesto, descubriremos la identidad de la misteriosa persona a quien le regaló su ramo de novia. Si estás buscando una historia shojo con un toque erótico sin caer en lo pornográfico, este es un manga para ti.
