Mientras algunos celebran y otros se quejan hoy les platicaré un poco sobre el chocolate y su relación con el día del amor y la amistad.
El 14 de febrero está encima, los enamorados, los amigos y los trolls preparan sus mejores estrategias para hacer de éste, un día especial; mientras que algunos planean disfrazarse de conejo bailarín para llevar un mensaje de amor a aquella desconocida sentada al otro extremo de la cafetería, hay quienes atacan a todo aquel feliz comprador de tarjetas bajo el argumento de que el día de San Valentín es un invento para vender más tarjetas
Pero como en todos lados se cuecen habas en Japón también hay esa noción por “voltear” las cosas y en la tierra del anime y la electrónica el día de San Valentín cuenta con una tradición que para nosotros, latinos y querendones, podría parecer extraña o demasiado exótica.
Todo buen anime que pretenda ser un slice of life no puede evitar ciertos capítulos insignia, como el capítulo de navidad o el de año nuevo, pero si de verdad se trata de derramar melcocha entonces está el tema del “Día chocolatoso”.
Como podemos apreciar desde nuestra clara visión otaku-fan el 14 de febrero son las chicas quienes le regalan algo a los muchachones y todo hombre en su vida (sí, incluyan amigos y parentela) principalmente chocolates.
Esta “tradición” ha ido cobrando adeptos en los últimos tiempos, aunque claro, en el anime el tema es mucho más importante al grado de que puedes llegar a ser todo un perdedor como Kosuda por no recibir ningún chocolate (ni de su mamá) en San Valentín o una exagerada como Tsukasa quien prepara muchos chocolates para repartir “con todo aquél que fue amigable con ella en el año”.
Pues bien, en Lucky Star o en B gata H kei el tema del chocolate y San Valentín es muy importante, en la vida real quizá no llega a tales niveles, pero si es una fecha muy esperada por los chocolateros que venden en Japón. El día es constantemente acusado de ser una creación por las fábricas de chocolate para poder vender más, así como aquí decimos que es un invento de las fábricas de tarjetas de regalo, pero al final es un día divertido; algo para compartir y sobre todo una oportunidad para demostrar nuestras habilidades en la cocina
Las referencias que tenemos nos invitan a apreciar por encima de todo el chocolate hecho a mano… pues bien, no es propiamente hecho a mano, ése lo conocemos por acá como chocolate de metate, pero ese es otro tema, las chicas en la tierra del sol naciente compran chocolate, lo funden en baño maría y lo vierten en moldes de gelatina para que tome formas divertidas (estrellitas, corazones, gatitos, etc.) y entonces proceden a regalarlo, como tal es el regalo más preciado y esperado en San Valentín pues es un regalo que se hace solamente a aquella “persona especial”.
Las chicas modernas comienzan a tomar la costumbre de comprar grandes cantidades de chocolates para repartir entre sus amistades (incluyendo otras amigas), compañeros de trabajo y hasta entre la gente que no les cae muy bien, pero que no merecen quedarse sin su chocolatito.
Así que todavía estamos a tiempo de comprar algunas tablillas de chocolate, invadir la cocina y quemarnos las manotas con el baño maría igual que le sucede a Yamada en su afán por lograr un chocolate con “sabor único”.