Algo que me gusta aplaudir de nuestros vecinos de oriente es el poco recato al momento de “tropicalizar” todo lo que cae en sus manos, incluido el lenguaje. Partiendo de la idea de que el japonés tiene una composición fonética monosilábica… no estoy seguro si ese es el término técnico/científico correcto, pero a lo que me refiero es que todo se basa en silabas cortas que se combinan entre si para hacer palabras. Esto quiere decir que puedes partir casi cualquier palabra en cualquier punto sin caer en un error. Pues bien si eso funciona en japonés por que chiflados no habría de funcionar aplicado a otros idiomas. Luego entonces, al componer música lo único que necesitas es amarrar cada nota musical a una sílaba y entonces tienes la “letra” o canción.
Aquello de las sílabas entonces permite, obviamente, que el inicio del tema de Working! funcione perfectamente. Someone es una sola palabra, pero según nuestros hermanos nippones, no hay ningún problema en separarla en sus componentes como son “some” y “one”.
Entonces, en un absurdo intento por sonar coherente e inteligente pues yo digo que el resultado es un genial tema de inicio para una serie que es igual de absurda que mi intento por darle sentido a la letra y la melodía creada al gritar a todo pulmón: Someone, one, one!!!
Y pues algo así es esta serie, si bien entiendo tiene su origen en una de esas tiras de cuatro paneles que son entretenidas sobre todo en el periódico de los domingos. La animación es bastante buena y los encuentros entre Popura-chan y Takahanasi-kun son siempre un deleite sobre todo porque sabemos que eventualmente llegará Mahiru con su androfobia para noquear a la menor provocación a cuanto gañan se le ponga en su camino. Aunque por momentos me recuerda mucho a Pia Carrot pero sin TANTO fan service, Working! es una serie corta que siempre te alegrará el fin de semana, de esos en los que no tienes ganas de hacer absolutamente nada y terminas, después de ver el anime, considerando la posibilidad de salir y buscar trabajo.